La colaboración se ha convertido en el único mecanismo viable para llevar a cabo las estrategias de adaptación, cambio y supervivencia que hoy en día requieren la mayoría de las organizaciones
La pandemia del #Coronavirus por la que atravesamos en estos momentos ha resaltado algunas imperfecciones del mercado, del sistema económico y de la administración en general, ocasionando en varios países un entorno multi crisis (sanitaria, económica, política, laboral, alimentaria, etc.). Algunas prácticas de negocio que eran comunes en años anteriores ya no aplican más. Esta situación ha cambiado la forma de operar, obligando a las organizaciones a adaptarse rápidamente a la #NuevaNormalidad e innovar, así como empoderar a sus empleados y equipos para tomar mayor responsabilidad de las circunstancias de su trabajo, autodirigirse y comprometerse con la obtención de los resultados a pesar de las limitaciones ocasionadas por la crisis global.
Ante este panorama, la colaboración se ha convertido en el único mecanismo viable para llevar a cabo las estrategias de adaptación, cambio y supervivencia que hoy en día requieren la mayoría de las organizaciones. La colaboración les permite ser más adaptativas, ágiles e innovadoras, manteniéndose vigentes y competitivas. Una gran cantidad de investigaciones ha documentado que las empresas que fomentan positivamente la colaboración obtienen mejores resultados de negocio, sobre todo, en tiempos de crisis e incertidumbre.
El entorno multi crisis ha cambiado la forma de operar, obligando a personas y organizaciones a ser más colaborativas
A partir de la creciente necesidad de las empresas por redefinir su propósito, procesos y estrategias para responder adecuadamente a las demandas del mercado, en muchas de ellas, la colaboración se ha convertido en la base de su cultura organizacional. Sin embargo, desarrollar una auténtica cultura de colaboración sigue representando un reto importante, ya que no solo se trata de hablar de colaboración, sino de vivirla día a día por medio de la confianza, la apertura y la autorresponsabilidad, ya sea en el lugar de trabajo tradicional o en los nuevos esquemas de trabajo a distancia. Esto puede representar un fuerte cambio cultural que debe permearse en toda la organización por medio de programas y prácticas sólidas alineadas a la visión estratégica. Este cambio de paradigma es un trabajo conjunto que debe hacerse por medio de los diferentes liderazgos; hacerlo de esta manera, le permitirá a la organización transitar de una perspectiva individualista a una perspectiva colaborativa.
A partir de las estrategias de aplicación de la vacuna contra el COVID-19 en cada país y la dinámica en la era “post vacuna”, el 2021 será clave para el rumbo que tomará el mundo en el corto y mediano plazo. Ante este panorama, la colaboración se mantendrá como una de las habilidades más importantes en los próximos años, sobre todo, si somos conscientes que estamos en la antesala de “otra nueva normalidad”; una era de sanación, recuperación y redefinición que requerirá confianza, empatía, autenticidad y cooperación. Para lograrlo rápida y armónicamente, colaborar será más importante que nunca▲
Yuri Morgado es egresada de la licenciatura en Administración de Empresas del Tecnológico de Monterrey con Maestría en Gestión Pública, durante los últimos 10 años se ha especializado en metodologías de desarrollo humano y empresarial, con expertis en emprendimiento y desarrollo social. Instructora certificada en Colaboración Radical, es facilitadora de procesos para desarrollo de liderazgo, colaboración y equipos en las organizaciones.