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Breve resumen de la Teoría FIRO

Por Celeste Blackman

La Teoría FIRO identifica tres deseos básicos de todo ser humano: el deseo de sentirse importante, competente y agradable

En 1958, el Dr. Will Schutz introdujo formalmente una teoría de las relaciones interpersonales a la que llamó FIRO, que significa Orientación Fundamental de las Relaciones Interpersonales (Fundamental Interpersonal Relations Orientation). La teoría presenta tres dimensiones de relaciones interpersonales que se postulan como necesarias y suficientes para explicar la mayor parte de la interacción humana. Utilizando el análisis científico de la Teoría FIRO, se han creado muchas herramientas para ayudar a las personas y organizaciones a comprender mejor el comportamiento humano e iniciar procesos para mejorar las relaciones, generar confianza, crear equipos de alto rendimiento, desarrollar líderes más efectivos y establecer alianzas comerciales colaborativas y exitosas. La aplicación detallada de esta teoría y los instrumentos de FIRO se presenta en los programas de entrenamiento Human Element® desarrollados por el Dr. Schutz.



FIRO nos ofrece una lente científica a través de la cual podemos obtener una perspectiva y comprensión más claras de la dinámica en el comportamiento humano (el nuestro y el de los demás). Esta visión nos permite obtener un mayor conocimiento, conciencia y compasión por nosotros mismos y aquellas personas con las que interactuamos.


En pocas palabras, la Teoría FIRO identifica tres deseos básicos de todo ser humano: el deseo de sentirse importante, competente y agradable. Sugiere que estos deseos se expresan a través de tres niveles de interacción humana: comportamientos, sentimientos y autoconcepto. Dentro de cada nivel hay tres áreas principales de preocupación: inclusión, control y apertura. Para lograr un autoconcepto satisfactorio, de alguna manera, todos buscamos negociar la cantidad justa de inclusión, control y apertura que deseamos para sentirnos importantes, competentes y agradables. Queremos estos elementos, en la cantidad justa, para sentirnos bien con nosotros mismos. Cuanto mejor nos sintamos con nosotros mismos, experimentaremos mayor felicidad y se incrementará nuestro nivel de generosidad y flexibilidad hacia el resto de las personas. Esto nos permite trabajar mejor con los demás y lograr mayores niveles de satisfacción en todas las áreas de nuestra vida y trabajo. La Teoría de FIRO postula que:

El autoconcepto impulsa los sentimientos, los sentimientos impulsan el comportamiento y el comportamiento impulsa los resultados

La Teoría FIRO proporciona la base para comprender y desarrollar relaciones de colaboración sostenibles y de alta confianza. El comportamiento está motivado por el autoconcepto, que se desarrolla en el núcleo mismo de nuestro ser. Nuestro autoconcepto representa cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos, y cómo nos sentimos acerca de nosotros mismos transmite cómo nos sentimos hacia los demás. Estos sentimientos personales se relacionan con nuestro deseo de sentirnos importantes, competentes y agradables.


¿Por que importa el yo?


La forma en que nos sentimos acerca de nosotros mismos dicta nuestro comportamiento e impacta a todos los que nos rodean. Nuestro desempeño a nivel productivo, creativo, innovador y ético, evoluciona desde el núcleo de nuestro ser. Aquello que motive el comportamiento humano resultará esencial para liberar el potencial y la productividad.


Nos relacionamos entre nosotros desde nuestra capa externa de comportamiento. Ese comportamiento, sin embargo, está motivado por el estado actual de seguridad o amenaza que experimenta nuestro autoconcepto. El mundo exterior solo ve el comportamiento, pero no la vulnerabilidad que podemos experimentar en nuestro núcleo. Si nuestro comportamiento externo se manifiesta como alguna forma de actitud defensiva (culpar, criticar, ridiculizar o atacar), entonces es probable que nuestro autoconcepto se sienta amenazado y percibamos algún peligro externo para nosotros mismos. Esta sensación de peligro activa un sentimiento de miedo, lo que hace que nos pongamos a la defensiva y una respuesta de miedo aparezca en nuestro comportamiento.


Todos los seres humanos compartimos alguna similitudes


W. Edwards Deming, un pionero en el campo del control de calidad, sostuvo que sería imposible lograr el éxito en el lugar de trabajo sin antes eliminar el miedo. ¿Por qué? Porque sabía que el miedo en los trabajadores inhibe la creatividad, la innovación y el compromiso con la calidad. Además, alimenta tendencias peligrosas en sus víctimas, a saber, el sabotaje y las represalias. La calidad es imposible cuando la gente tiene miedo de decir la verdad.


Al crear entornos que invitan a las personas a sentirse importantes, competentes y agradables, reduce el nivel de miedo y crea entornos que son más propicios para la honestidad, la colaboración, la responsabilidad y la diversión

¿De qué tenemos miedo?


Internamente, a menudo estamos malinterpretando los datos que han señalado una amenaza potencial en el medio ambiente. Cuando alguien más está actuando de una manera que percibimos como amenazante, es posible que su comportamiento no tenga la intención de atacarnos o lastimarnos. Su propio sentimiento interno de amenaza motiva el comportamiento. En lugar de ponerse a la defensiva, un enfoque más útil es avanzar hacia un comportamiento que invite a la otra persona a sentirse segura y disminuya su propia reactividad interna. Específicamente, puede avanzar hacia la seguridad y reducir las situaciones potencialmente conflictivas aprendiendo cómo ayudarse a sí mismo y a los demás a sentirse importantes, competentes y agradables.


Al crear entornos que invitan a las personas a sentirse importantes, competentes y agradables, se reduce el miedo y se crean entornos más propicios para la honestidad, la colaboración, la responsabilidad y la diversión. Es en estos entornos de confianza donde las personas aportan lo mejor de sí mismas y la productividad se dispara.


Al ser responsable de tu entorno interno, asume la responsabilidad de tus propios patrones psicológicos, modelos mentales y no asocies de manera inapropiada el concepto más profundo de ti mismo con las situaciones que enfrentas.


Hay una serie de métodos basados en FIRO para ayudarte a construir un entorno de trabajo más confiable. El más completo es el enfoque de Human Element®, que proporciona un modelo integrado para abordar los problemas relativos a la interacción de las personas en una organización. Ofrece una filosofía y una tecnología para activar la teoría en el trabajo y en casa. Las herramientas denominadas "elementos de la conciencia", son una serie de evaluaciones creadas por Will Schutz, crean usos prácticos para la teoría que van desde la gestión de conflictos hasta el desarrollo de líderes y la provisión de retroalimentación significativa a los empleados. La más popular entre estas herramientas es el FIRO Element-B: Behavior ™, mismo que utilizamos ampliamente en Colaboración Radical.


FIRO Element-B: Behavior™


Después de introducir la Teoría FIRO en la década de 1950, con fines de investigación, Will creó el FIRO-B como una herramienta para medir la interacción entre dos personas . Raídamente se encontraron muchas aplicaciones de la Teoría FIRO y el instrumento FIRO-B se convirtió en una de las herramientas de formación más utilizadas en el mundo. Durante los siguientes 45 años, Will dedicó su creatividad y curiosidad científica al desarrollo de aplicaciones prácticas que hicieron de la Teoría FIRO especialmente útil en la vida cotidiana. La evaluación FIRO Element-B: Behavior ™ evolucionó a partir de su investigación, experimentación y deseo inquebrantable de comprender y predecir mejor el comportamiento humano




Traducción: Santiago Morales


Human Element es una marca registrada de Business Consultants, Inc.

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